El uso de los biocidas puede provocar contaminación en el aire, agua, suelo y en los cultivos así como afectar a la salud de la población. Una vez que ha llegado al ambiente, bien por utilización o bien por accidente, su distribución y persistencia en el medio es una compleja función que depende de numerosos factores físicos, químicos y biológicos.
MEDIDAS PARA DISMINUIR LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
- Evitar los tratamientos en sitios sometidos a corrientes de viento que puedan arrastrar las partículas.
- No aplicar más dosis de las necesarias.
- Ajustar las dosis y las velocidades de aplicación y mantener el equilibrio en perfectas condiciones.
- Evitar derrames de los productos en suelos permeables, cauces de ríos, desagües urbanos, etc.
- Eliminar los envases usados y sus residuos con criterios de protección del medio ambiente y de acuerdo a las normas legales vigentes.
- Actuar sólo contra aquellos patógenos que en un momento determinado superan el umbral económico de daños.
- Utilizar productos lo más selectivos posible contra aquél patógeno que constituye el problema en cada momento.
- Utilizar las dosis recomendadas y respetar los plazos de seguridad.
- Evitar en lo posible las mezclas de productos.
- Conocer la fauna auxiliar beneficiosa y permitir que se desarrolle.